Yo también pensaba que eran solo para “cosas raras”, pero cuando entré a una por curiosidad descubrí un ambiente muy diferente. La atención era amable, sin juicios, y había todo tipo de productos adaptados a diferentes gustos y necesidades. Lo que más me sorprendió es que también ayudan a romper con tabúes que muchas veces tenemos desde pequeños sobre nuestro cuerpo o sobre lo que “debería” gustarnos.

Es un tema que he pensado bastante últimamente. Me topé con una página en la que alguien mencionaba cómo estas herramientas pueden generar imágenes “realistas” con solo una foto como base. No lo busqué por curiosidad morbosa ni nada, pero me sorprendió el nivel de detalle que puede alcanzar. El asunto de desnudar photos con IA me parece complejo porque no siempre es un tema de morbo o acoso, sino también de cómo entendemos la imagen digital. Lo que antes era una foto cualquiera de una fiesta puede convertirse en material completamente distinto sin que la persona lo sepa. Me parece que lo peligroso no es solo la tecnología, sino lo poco conscientes que somos al compartir imágenes en general. O sea, muchos siguen subiendo todo sin filtros, sin pensar que una herramienta podría reinterpretar eso de formas inesperadas. No sé si me incomoda más la tecnología en sí o el hecho de que algunos la ven como un juego.

La verdad es que sí, leo manga para adultos de vez en cuando, pero no tanto por lo explícito, sino porque tocan temas que no encuentro en otros géneros. Hay personajes que lidian con frustraciones reales, dilemas internos, incluso relaciones que se sienten más auténticas, aunque estén llenas de errores. A veces me sorprende cómo estos mangas pueden reflejar cosas de la vida cotidiana que ni siquiera me había detenido a pensar. Lo que sí noto es que no es algo que comentaría abiertamente, ni siquiera con mis amigos cercanos. No por vergüenza, sino porque siento que no todos lo entenderían sin sacar conclusiones rápidas. Hay más capas de lo que parece

La verdad es que sí, leo manga para adultos de vez en cuando, pero no tanto por lo explícito, sino porque tocan temas que no encuentro en otros géneros. Hay personajes que lidian con frustraciones reales, dilemas internos, incluso relaciones que se sienten más auténticas, aunque estén llenas de errores. A veces me sorprende cómo estos mangas pueden reflejar cosas de la vida cotidiana que ni siquiera me había detenido a pensar. Lo que sí noto es que no es algo que comentaría abiertamente, ni siquiera con mis amigos cercanos. No por vergüenza, sino porque siento que no todos lo entenderían sin sacar conclusiones rápidas. Hay más capas de lo que parece.